viernes, 1 de junio de 2012

PROTOCOLO DE KYOTO

Experiencia, cárcel El Olivo!


La ida a la cárcel del olivo en Santa Rosa de Viterbo, fue una experiencia muy satisfactoria ya que aprendí muchas cosas, sobre todo al amor y al valor de la vida. Esta salida se hizo con la presencia del profesor lucían, quien por segunda vez nos lleva a la cárcel, al llegar todos siempre sentimos como miedo, como nervios y al entrar al patio nos sentimos como ‘intimidados’ pero luego de compartir con los internos nadie, ni mis compañeros ni yo queríamos salir del patio. Allí en el patio 4, donde entramos, realizamos una actividad teatral, donde mis compañeros y yo queríamos reflejar en nuestra obra que la justicia tarda pero llega, que si alguno de los que estaban internados en aquel patio era inocente, seguramente la justicia le llegaría y quedaría libre, luego de terminar nuestra obra de teatro empezamos hablar con los internos, hablando sobre sus familias, amigos y de como habían llegado a la cárcel, nos conocimos un poco, claro que muchos de ellos eran muy tímidos o quizás estaban avergonzados, en cambio otros hablaban mucho y no les daba pena hablarnos de lo malo que en algún momento llegaron hacer, nos compartiros cosas y algunas cosas de las que nos decían nos dejaban como pensativos, algo que nos dijeron fue que ellos no querían a nadie, que no valía la pena querer a alguien ya que querer era sufrir; ellos mismos, los internos, nos enseñaron cosas que quizás nosotros los jóvenes lo consideramos una bobada pero en realidad no lo es, los internos ya vivieron, ya pasaron y ahora están pagando  por todo lo malo que hicieron, ellos nos enseñaron a no tirar nuestra vida a la basura robando y aun peor matando.
La experiencia vivida quedara de por vida, son momentos que uno nunca olvida y que quisiera repetir una y otra vez mas, ojala tengamos la oportunidad de ir nuevamente pues no es algo fácil pero si es muy bonito.
Tatiana Granados M.